Muchos productos presumen ser “biodegradables”, pero ¿qué quiere decir eso exactamente?
Como su nombre lo indica “biodegradable” quiere decir que dicho producto será degradado o incorporado a la naturaleza de manera biológica, es decir por microorganismos, animales o plantas.
Por ejemplo, decimos que el plástico NO es biodegradable porque no existen microorganismos que se puedan alimentar de él, por lo que es más bien la erosión que termina por pulverizarlo creando los micro-plásticos que ahora flotan en los océanos.
Hay desinfectantes que no pueden ser consumidos por ningún tipo de microorganismo, animal o planta, como el cloro y el alcohol, que mas bien se volatilizan, por lo que no es necesario que sean biodegradados.
Hay otros desinfectantes que son prácticamente Biocidas, es decir, matan cualquier especie de microorganismo (incluso animales y plantas) y son particularmente persistentes en el ecosistema porque no son biodegradables y hay una fracción de ellos que no se volatiliza fácilmente. Este es el caso de los cuaternarios de amonio.
Los ácidos orgánicos, y los peróxidos, aunque no son biodegradables en sí mismos, nos son tan dañinos para el medio ambiente porque al mezclarse con otras sustancias, nivelan su pH y reaccionan químicamente con otras sustancias y terminan por integrarse al ecosistema.
El cobre y el zinc coloidales son biodegradables porque son micronutrientes para animales y plantas y para microorganismos aeróbicos (a dosis bajas). Pero para microorganismos anaeróbicos, hongos y virus son letales, pues no forman parte de su composición.
Una vez que el cobre y zinc coloidales terminan de hacer su trabajo de eliminación selectiva, son incorporados al ecosistema fácilmente por microorganismos aeróbicos, plantas y animales quienes lo toman como micronutrientes, es decir, son 100% biodegradables.
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Ing MC Francisco Hernández.